1 de diciembre de 2013

La búsqueda de foros de divulgación cultural y científica; el caso de Cultura Portátil


“Si no hay espacios, invéntalos; si no hay foro, créalos; si no hay recursos, solo se necesita el recurso neuronal”. 

En el marco del foro Hermosillo: Gente, tierra y cultura, el director de Cultura Portátil, Francisco Ramírez, dictó la charla/taller "El homo telemáticus y la celerocracia de la telépolis", donde resaltó la necesidad del aprovechamiento de las nuevas tecnologías para la generación de foros de difusión para el arte y la cultura en general.

Una queja generalizada entre las comunidades de artistas en México, es la falta de espacios para la difusión de sus disciplinas ya que, si bien muchas veces se crea en la sombra o bajo la sombra de las instituciones, el producto del esfuerzo intelectivo no logra llegar a las manos de la sociedad. 

¿Por qué? Las dinámicas de un sistema que exige la no gratuidad de los productos, y que solo difunde aquellos que son rentables a nivel empresarial, limita a nuevos proyectos su difusión y su inmediatez, incluida la difusión de productos científicos.

Ante este panorama surge Cultura Portátil, como un concepto de cultura para llevar, que tiene como fin primordial compartir la información con quien la necesite sin necesidad de gastos irracionales, aprovechando la inmediatez de la tecnología multimedia.

En la charla/taller se dijo que si bien es cierto que somos entes individuales que buscamos nuestro bienestar propio, también es cierto que nos sumamos en grupos y generamos sociedades donde tenemos interacción unos con los otros, donde a partir de los oficios que realizamos podemos crear una polis. La nueva problemática surge cuando estas ciudades no son presenciales, no son lugares físicos en una realidad tangible, sino que nos abrimos paso en ellas a distancia. Es ahí donde nace el Homo Telemáticus.

Interactuamos, charlamos, andamos, somos nómadas en el mundo, nos asentamos en sitios distintos, sin necesidad de movernos físicamente de donde nos encontramos. Es a través de internet como el Homo Telemáticus potencia sus capacidades, su conocimiento del mundo y de las cosas que lo rodean, donde creamos telépolis o ciudades a distancia en foros de información.

"Internet y sus plataformas lo que hace es potenciar las cualidades de quien lo usa", señaló el expositor, y refirió que en ella un sociópata puede volverse un experto en las acciones que tomará para que nadie lo descubra, pero de igual manera aquel que quiera tener acceso a una educación fuera de las instituciones lo podrá lograr solo por el interés depositado en su deseo.

"Este Homo Telemáticus se convierte también en un Homo Sampler", tomamos muestras de todo lo que nos interesa, un poco de aquí un poco de allá, con tal de nutrir nuestros conocimientos "ahora tu aprendes lo que quieres aprender, sin la restricción académica".

Debemos entendernos como seres humanos que comparten ideas y dejan sus egos de lado, como seres que forman parte de las telépolis y que acumulan conocimientos, muchos de los cuales no les serán útiles, que posibilitarán la posibilidad misma.

Es en la telépolis que se inserta Cultura Portátil, con proyectos de divulgación para generar beneficios sociales con el uso de tecnología de código abierto. Los nuevos ciudadanos de las telépolis no desean ser solamente espectadores, desean interactuar con su entorno, con aquello que posee la información tradicionalmente enseñada; los nuevos objetos de información deben transgreden las fronteras de los museos para poder interactuar con los sujetos que los consumen.

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